
Para mi ha sido una gran experiencia trabajar para la Salud. Y lo afirmo en el sentido más amplio posible.
Desde que me gradué en Economía en 1989, había colaborado para empresas de Bienes de Consumo.
Especialmente en los últimos diez años de mi carrera profesional en esa Industria, de 1997 a 2006, trabajé con alimentos y bebidas. Utilicé todos mis conocimientos y talento para incrementar el per capita de los mexicanos en consumo de Galletas, Snacks Salados, Refrescos y bebidas sofisticadas.
Por una circunstancia de lo que aparentaba ser crecimiento personal y familiar, unos de mis empleadores me brindó la oportunidad de trabajar desarrollando el negocio de refrescos en América Central, las Islas caribeñas y la parte Norte del Cono Sur, esto es, Ecuador, Colombia y Venezuela. Fui a vivir a San José, Costa Rica un lugar maravilloso en todos los sentidos. Pero no hay lugar, por maravilloso que sea, que pueda tenerme lejos de mi familia.
Tuve la desdicha, que a la postre se convirtió en fortuna, de que aquello que parecía una gran oportunidad, se convirtió en una vivencia difícil de sostener. Y así, tuve que regresar a México.
Regresé sin empleo y en la búsqueda muy pronto di con IFA.
Ahí dio inicio mi aventura en esta Industria, que no deja de maravillarme.
Es claro que contribuir a la Salud de las personas, recuperarla, mantenerla o mejorar significativamente la calidad de vida de una persona enferma, es en sí una tarea noble.
Si a eso agregamos que es una tarea con un muy buen retorno a la inversión, se entiende bien entonces porqué la pasión de los que trabajamos en la Industria.
Sin embargo, en los últimos años, esta Industria ha sufrido de una transformación mayúscula que invita a la reflexión.
¿Qué debemos hacer ante los retos que presenta el mercado? Consumidores (Pacientes) mejor informados que solicitan opciones (sobre todo de costo) a sus Médicos y Farmacias para tratar sus padecimientos, proliferación de estas opciones que presionan los márgenes en toda la Cadena de Abasto, etc.
Me parece que la solución superior está en reposicionar el concepto Salud.
¿Habrá algo más importante en la vida?
Me parece que estar sano debe ser la premisa que revalore ante el Consumidor (Paciente) su aparente necesidad de disminuir sus costos en su tratamiento.
Y a esa tarea estoy enfocado ahora.
Encontrar la conexión emocional entre las marcas de medicamentos y lo que debe ser más preciado para el ser humano: su salud.
Alberto Jaimes Trujillo.